viernes, 29 de diciembre de 2017

Parte de lo mismo.

Una caja de cartón que tal vez fue un castillo en manos de une niñe y hoy, para una persona, es casa y hogar.

Cuando ya solo puedes perderte a ti misme porque nada más te queda, ¿qué importan todos estos temas que a diario nos enredan? En realidad importan bastante, pues tienen sus consecuencias, pero no como antes. Importan de otra manera.
La superposición de millones de perspectivas resulta una realidad compleja en la que todo vale y nada cuenta (en sí mismo). Nuestro punto de vista es minúsculo en un abismo de visiones llenas de carencias y también de buenas razones. Somos todes parte de lo mismo.

No olvidemos que el espejismo forma parte del juego. Que nacer no es ningún inicio y, desde luego, nada termina con la muerte.
No olvidemos ser conscientes de la suerte. No nos olvidemos de ser fuertes también por los que están exhaustos. No olvidemos rehumanizarnos. No olvidemos querernos. No olvidemos cuidarnos.

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